Actualizado el 1 octubre, 2025 por David Pestana
Con la llegada del invierno, la preocupación por el frío se suma a otra realidad: la subida de la electricidad. Este incremento en los precios de la energía impactará directamente en el uso de la calefacción, lo que genera dudas en muchos hogares sobre cómo mantener el confort sin que la factura se dispare. En este artículo analizamos cómo afecta esta situación, qué alternativas existen y qué consejos prácticos puedes aplicar para reducir el gasto.

Índice de contenido
¿Por qué sube la electricidad este invierno?
El precio de la electricidad suele dispararse en invierno por varios factores:
- Mayor demanda energética: más horas de oscuridad y la necesidad de calefacción aumentan el consumo.
- Mercados internacionales del gas y petróleo: la dependencia energética de Europa encarece los costes.
- Factores climáticos: olas de frío prolongadas incrementan aún más el uso de calefacción eléctrica.
En otras palabras, la electricidad se convierte en un recurso más demandado justo cuando más lo necesitamos, lo que eleva las facturas.
Impacto directo en el uso de calefacción
La calefacción supone más del 40% del consumo energético de una vivienda en invierno. Con la subida de la electricidad, muchas familias tenderán a limitar las horas de encendido o reducir la temperatura, lo que puede afectar al confort térmico del hogar. Además, los sistemas más antiguos o poco eficientes verán multiplicado su gasto, haciendo más difícil el control del consumo.
Alternativas para no disparar la factura
Ante esta situación, existen distintas soluciones que ayudan a reducir costes sin renunciar a una casa cálida:
- Apostar por equipos eficientes: Calderas de condensación, estufas de pellet o bombas de calor consumen menos y ofrecen un rendimiento superior.
- Complementar con energías renovables: El autoconsumo solar, combinado con aerotermia o calefacción eléctrica, puede suponer un ahorro notable.
- Aislamiento del hogar: Mejorar ventanas, puertas o añadir burletes y cortinas térmicas ayuda a conservar el calor.
- Uso inteligente de la climatización: Programar horarios, regular la temperatura (19-21 ºC es suficiente) y mantener un mantenimiento adecuado del sistema.
Consejos prácticos para ahorrar en calefacción
No se trata de renunciar al confort, sino de gestionar mejor la energía para ahorrar en calefacción. Aquí algunos consejos prácticos:
- Mantén la temperatura entre 19ºC y 21ºC: cada grado extra puede aumentar el consumo un 7 %.
- Aprovecha la luz solar: abre persianas durante el día y ciérralas por la noche para conservar el calor.
- Revisa el aislamiento: un buen sellado de ventanas y puertas puede reducir hasta un 25 % la pérdida de calor.
- Usa programadores y termostatos inteligentes: ajustan la calefacción según tus horarios y evitan consumos innecesarios.
- Considera alternativas: estufas de pellet, calderas de gas de condensación o equipos de aerotermia pueden suponer un ahorro a medio plazo.
Alternativas de climatización más económicas
Con la subida de la electricidad, muchos hogares buscan alternativas más estables:
- Estufas de pellet: sostenibles, económicas y con ayudas públicas en algunos casos.
- Calderas de gas de condensación: mayor rendimiento con menor consumo.
- Bomba de calor aerotérmica: la opción más eficiente a largo plazo, con hasta un 75 % menos de consumo eléctrico frente a calefacción convencional.
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Conclusión
La subida de la electricidad este invierno y su efecto en el uso de calefacción es un reto para miles de familias. Sin embargo, con pequeños ajustes de consumo y valorando sistemas alternativos más eficientes, es posible mantener el confort sin que la factura se dispare. El futuro pasa por una climatización más inteligente y sostenible, y este invierno puede ser el momento perfecto para dar el primer paso hacia el ahorro energético.