Actualizado el 3 febrero, 2023 por AJurado
En los últimos tiempos se habla y se comenta mucha información sobre los radiadores de baja temperatura como uno de los últimos elementos en materia de calefacción y eficiencia. Lo cierto es que se trata de una innovación muy importante en el sector de la calefacción que llega para aportar al mercado un sistema mucho más eficiente que los radiadores actuales.
Vamos a echarle un vistazo a todo lo que debemos saber sobre los radiadores a baja temperatura para que en caso de que estemos pensando en cambiarnos a este tipo de sistema, podamos tomar la decisión con toda la información en la mano.
Índice de contenido
Radiadores de baja temperatura, todo lo que debes saber
Lo primero que debemos hacer es situarnos en el momento en el que nos encontramos y las tecnologías y sistemas de calefacción existentes para poder ver con perspectiva el gran avance que suponen los radiadores de baja temperatura.
Hasta ahora, los sistemas de calefacción de radiadores se basan en un sistema que introduce agua a alta temperatura en el circuito que está dentro de los radiadores. Estos radiadores pueden ser de chapa de acero o incluso de aluminio pero lógicamente se genera un alto consumo de energía para que los radiadores comiencen a generar el calor que estamos buscando.
Frente a esta situación nos encontramos ahora con los sistemas de radiadores de baja temperatura que lo que proponen es, en lugar de trabajar con altas temperaturas de agua entrando en los sistemas de los radiadores, trabajar con bajas temperaturas para lograr sensaciones térmicas similares.
El proceso comienza con la forma en la que introducimos agua en los radiadores, aquí es donde está la clave de todo esto. Los sistemas de calefacción que generalmente tenemos en casa, combinados con nuestros radiadores tradicionales, llevan agua a alta temperatura hasta el radiador. Con los radiadores de baja temperatura, trabajamos con bajas temperaturas de impulsión generadas por calderas de condensación, aerotermia o bombas de calor.
Gracias a ello los radiadores a baja temperatura están preparados para aprovechar este tipo de sistemas de generación de agua a bajas temperaturas para así seguir produciendo calor pero lógicamente con un menor consumo energético y por lo tanto, de forma más eficiente.
Guía de compra para radiadores de baja temperatura
A la hora de adquirir radiadores de baja temperatura debemos tener en cuenta que en el mercado existen ya varios modelos que, dependiendo de nuestras necesidades, van a ser una opción interesante para nosotros o no.
Los radiadores de baja temperatura tienen tubos de cobre en su interior que es por donde circula el agua. Este tipo de sistemas tienen la ventaja de que el tamaño es inferior a un radiador convencional, los tubos de cobre del interior de los radiadores de baja temperatura se llaman intercambiadores. Gracias a la optimización del espacio debido a que el 100% del aporte se realiza a través de convección, conseguimos mejores resultados de dimensionado.
Estamos hablando de conseguir ahorros muy cercanos al 35% por lo que esta tecnología sin duda resulta lo suficientemente relevante como para ser importante en este mercado.
En lo que a la compra se refiere, hay que mencionar antes de nada que los radiadores de baja temperatura van a suponer una reducción inmediata de nuestra factura. Debemos tener en cuenta esto, porque lógicamente, al tratarse de una nueva tecnología, vamos a notar una diferencia de precio frente a las instalaciones de radiadores convencionales. Por un lado ahorramos en el nivel de consumo energético que tenemos que hacer al no tener que calentar tanto el agua, y por otro lado ahorramos en agua al no tener que gastar tanta agua para que el sistema funcione.
A la hora de comprar hay que recordar que hay dos tipos de radiadores de baja temperatura:
- Estáticos: Son aquellos en los que el intercambiador calienta el aire y se expulsa a través del radiador de forma natural.
- Dinámico: Cuentan con ventiladores que consiguen expulsar el aire más rápido y de esta forma se consigue que el proceso de calentado sea mucho más rápido.
Los radiadores de baja temperatura estáticos son más económicos que los dinámicos, pero si la diferencia de precio no es muy relevante para nosotros podemos optar por los dinámicos.
Conclusiones a la hora de escoger radiadores
Los radiadores de baja temperatura son sin lugar a dudas uno de los avances tecnológicos más interesantes de los últimos tiempos. En las zonas del planeta donde suele hacer algo de frío, estamos hablando de algunas de las partes más pobladas del planeta tierra, los radiadores son habituales. Se trata de un elemento necesario y en muchos lugares casi indispensable. A pesar de ello es un elemento que genera un consumo energético muy elevado que, lógicamente, no todo el mundo puede permitirse.
Es por ello por lo que este tipo de avances resultan muy importantes de cara a tratar de conseguir el mayor ahorro y eficiencia energética posible.
A la hora de escoger nuestros radiadores de baja temperatura, debemos revisar tanto las características del mismo como de nuestra vivienda y nuestras necesidades caloríficas. Dependiendo del tamaño de nuestra vivienda podremos optar por una instalación u otra para que el número de radiadores sean el adecuado para que podamos optimizar el rendimiento de los mismos.
Frente a las instalaciones convencionales que requieren de un número mayor de radiadores, probablemente con los radiadores de baja temperatura no necesitemos tantos radiadores para que nuestra instalación quede perfecta en relación a los metros cuadrados de la vivienda donde la vamos a instalar.
En definitiva, si estamos cansados del alto consumo de los radiadores convencionales y estamos buscando una solución para calefactar nuestra vivienda sin irnos a soluciones más complejas, que requieren de intervenciones en zonas de la vivienda como el suelo o similar, los radiadores de baja temperatura son sin lugar a dudas la solución.
Recordemos siempre que requerirán una instalación que nos permita impulsar el agua hacia los radiadores de forma adecuada y a la temperatura idónea para que el sistema funcione a la perfección
