Actualizado el 25 enero, 2023 por AJurado
La presión de caldera es uno de los elementos más importantes de nuestra caldera y que debemos tener siempre en cuenta. A mayores del mantenimiento habitual que hagamos a nuestra caldera, que por nuestra parte debe consistir en la limpieza frecuente y revisión de todos los elementos que conforman la caldera.
Y por parte de los profesionales de nuestra compañía suministradora debe ser periódico, normalmente anual, y asegurar que los componentes se encuentran en perfecto estado.
Nuestra caldera utiliza el agua como fuente principal de suministro para poder calentarla y posteriormente repartirla en todo el circuito de nuestra vivienda.
El agua que entra en nuestra caldera debe estar a una presión específica para que la caldera pueda funcionar en perfectas condiciones. Es por ello por lo que la presión debe mantenerse siempre en los términos recomendados por el fabricante de nuestra caldera.
Si bien es cierto que no hay que obsesionarse con revisar la presión de la caldera, si que lo debemos hacer de forma periódica.
Una caldera normal, que se encuentre en buen estado de funcionamiento y a la que se haga un mantenimiento y revisión de forma adecuada y habitual, siempre mantendrá la presión en los términos adecuados. Sin embargo esto puede cambiar y no tiene por qué ser siempre así, y es por ello por lo que es conveniente que lo revisemos.
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¿Cómo subir la presión de caldera?
Para poder identificar si la presión de nuestra caldera es la adecuada o no, tan solo tendremos que revisar el manómetro que es el indicador de la presión.
Todas las calderas cuentan con este manómetro que nos permite ver cuál es la presión en ese momento de nuestra caldera.
Lo más importante que debemos tener en cuenta a la hora de evaluar si la presión de la caldera es correcta o no es repasar las instrucciones del fabricante y sus especificaciones respecto a la presión que debe tener nuestro modelo de caldera.
A pesar de ello, de forma genérica la presión de caldera óptima suele estar entre los 1,2 bar de presión y debemos saber que podemos oscilar entre un 25% más o menos de esta cifra.
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Como antes comentamos, no hay que alarmarse porque la presión sea diferente. Es posible que dependiendo del momento del día nos encontremos con algo más o algo menos de presión, es por ello por lo que se establece ese margen del 25% para evitar que estemos constantemente tocando la presión de la caldera.
La mejor forma de evaluar la presión que realmente existe en nuestra caldera es cuando la bomba del sistema está parada y cuando está en frío.
Para subir la presión de la caldera, o bien bajarla en caso de que lo necesitemos, vamos a encontrar cerca del manómetro elementos para hacerlo, en caso de que no sea así revisaremos el manual de instrucciones del fabricante y en él podremos ver qué es lo que tenemos que hacer.
En la zona inferior de la caldera encontraremos probablemente una rosca que tengamos que accionar para poder aumentar o disminuir la presión de nuestra caldera.
Es muy importante que respetemos las indicaciones del fabricante y que si tenemos dudas llamemos a un técnico especialista para que lo haga por nosotros.
Presión de caldera ¿Por qué es importante vigilarla de cerca?
La presión de caldera inadecuada puede producir averías. En caso de que tengamos la presión baja es posible que la caldera llegue incluso a bloquearse como medida de seguridad para evitar averías mayores.
Sin embargo si esto no ocurre es posible que la caldera llegue a tener una avería importante. Este tipo de problema se puede arreglar accionando la llave que nos va a permitir revertir la situación y conseguir el nivel de presión que deberíamos tener en nuestra caldera.
Por otro lado, si la presión de caldera es alta, también se pueden producir averías. En este caso lo que ocurre es que el vaso de expansión de la caldera no logra absorber el incremento de presión del agua que está circulando por la caldera.
Para poder resolver esto, las calderas cuentan con una válvula de seguridad que se abre para poder liberar presión. Esto es fundamental, ya que lo que podría ocurrir si no sería un auténtico desastre.
Es por ello por lo que si detectamos repentinas subidas de presión que no obedecen a los rangos variables normales que anteriormente indicamos, debemos ponernos en contacto con el servicio técnico para que puedan venir a echarle un vistazo a qué es lo que está ocurriendo con nuestra caldera.
La hidrólisis es un fenómeno por el cual el agua, al entrar en contacto con materiales del circuito puede llegar a liberar hidrógeno, esto lo que puede hacer es aumentar la presión de la caldera de forma repentina. Es en este tipo de situaciones cuando necesitamos la ayuda de profesionales del sector.
Conclusiones a tener en cuenta sobre la presión de tu caldera
A modo de conclusiones sobre la presión de caldera debemos recordar que siempre hay que realizar mantenimiento e inspección por nuestra parte de la caldera.
Como normal general recordaremos que la presión debe oscilar entre un 25% más o menos sobre 1,2 bar de presión. Para ello podremos chequear siempre que queramos el manómetro que será nuestra fuente de información sobre la presión de la caldera.
Si detectamos cosas raras en la presión de caldera debemos saber que probablemente estemos ante una avería. Si bien es cierto que las calderas modernas están preparadas de tal forma que las averías sean muy poco frecuentes, también es cierto que se trata de complejos sistemas por los que está pasando agua constantemente, y además agua a presión.
Es por ello por lo que debemos considerar que este tipo de situaciones como averías puedan llegar a producirse igual que con una caldera de gas.
Los técnicos siempre deben dejar en un lugar bien visible, normalmente con una pegatina en la propia caldera, el número de teléfono para situaciones inesperadas. Lo utilizaremos en caso necesario para solventar cualquier problema rápidamente.
